jueves, 8 de diciembre de 2011

Programas Radiales y Televisivas

Un programa de radio puede definirse como un producto comunicativo de carácter masivo, que posee un conjunto de caracteres específicos, objetivos, públicos, contenidos, etc. que le permiten diferenciarse de otro.
Cada programa de radio exige una adecuada articulación de sus elementos: música, efectos, publicidad y discurso verbal, posibilitándole una práctica de producción diferencial que  adecua su propio lenguaje, relaciones, usos y definiciones socioculturales a las demandas de los públicos.
Programa de televisión es un conjunto de emisiones periódicas transmitidas por televisión, agrupadas bajo un título o cabecera común, en las que a modo de bloque se incluye la mayor parte de los contenidos audiovisuales que se ofrecen por T.V. En el ámbito profesional televisivo, no son considerados programas los bloques de contenidos dedicados a las autopromociones, a la continuidad y a la publicidad convencional.
Un último uso es el que se emplea en la propia jerga televisiva. Los profesionales del medio utilizan este vocablo en oposición a los contenidos informativos, deportivos y de ficción que se emiten por televisión. Según esta acepción, una serie, una película, un partido de fútbol o un noticiario no serían un programa, término que quedaría reservado a las restantes líneas de programación (concursos, magacines, reality showslate shows, etc.), a las que también se conoce con el nombre genérico de entretenimiento o variedades. Tal distinción obedece a la forma en que la mayoría de las cadenas organizan sus distintas áreas de producción.



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Lenguaje televisivo y cinematografico

El lenguaje televisivo

En la televisión predomina la imagen sobre el texto, lo oral sobre lo escrito. Sus mensajes utilizan la lógica de la emoción más que la de la razón, intentando siempre captar y mantener la atención del espectador. La convergencia de sonido e imagen hace que los espectadores deban estar muy pendientes del componente visual de la pantalla, desarrollando una mayor pasividad y abstracción del resto de las cosas.
La popularidad de la televisión ha provocado que el lenguaje empleado en este medio se convierta en un modelo para muchas personas.
La televisión es un sistema de comunicación mixto, en el que se combinan lo verbal, lo acústico y lo visual. El lenguaje televisivo toma rasgos de otros lenguajes, especialmente del cinematográfico, del periodístico y del radiofónico, adaptándolos a su propio sistema de comunicación:
  • Buena parte de los recursos y técnicas del lenguaje televisivo proceden del lenguaje cinematográfico: el encuadre, la sucesión de los planos, las secuencias, las mezclas...
  • Los géneros informativos -boletines informativos, reportajes, entrevistas- se construyen tomando el lenguaje periodístico como modelo.
  • El lenguaje televisivo comparte muchos elementos con el lenguaje radiofónico, desde la propia estructura de la programación hasta el concepto de audiencia tipo o el estilo coloquial, directo y conversacional.

El Lenguaje Cinematografico
Uno de los elementos más relevantes de este lenguaje del cine es el PLANO. En el cine de antaño siempre se usaba el mismo plano para rodar una escena desde diferentes ángulos, pero, más adelante, descubrieron que acercando y alejando los planos y alternándolos con cierta lógica, se podían conseguir efectos que antes era una tarea casi imposible de realizar.
Podemos distinguir entre:
  • Plano General. Da un sentido dramático, de soledad, y se utiliza frecuentemente para describir la relación entre el ambiente y la situación, y los personajes.
  • Plano Medio. Dentro de este plano, podemos diferenciar entre dos variantes del mismo:
    • El Plano Medio Corto; que es el que abarca al actor de pecho para arriba.
    • El Plano Medio Largo; que es el que nos deja ver hasta la cintura.
      • Plano Americano. Nos muestra las ¾ partes del cuerpo, es decir, hasta las rodillas aproximadamente. Lo solían usar en las películas del Oeste para darle especial relevancia a las cartucheras de los pistoleros y también para intentar disimular a los personajes de baja estatura.
      • Primer Plano. Posee un alto contenido psicológico y dramático. Tiene como principal objetivo captar las emociones expresivas por lo que se le resta importancia a los decorados. Pero tampoco ha de abusarse de su utilización.


Publicidad televisiva y la Etica

La publicidad en muchas ocasiones es creativa e innovadora, y una muestra evidente de la capacidad del hombre para inventar, pero detrás de esa apariencia atrativa y novedosa en demasiadas ocasiones se esconden (o se muestran de forma muy evidente) valores que son usados para vender determinados productos. En ocasiones esos valores son positivos, y la publicidad lo único que hace es ligarlos a detarminados productos para que éstos resulten interesantes y atractivos para los consumidores. 
Óbviamente no existe ninguna relación racional entre ponerse una colonia y ser más guapo, o tener éxito económico, pero la publicidad consigue mediante la imagen, la música, el escenario, el entorno, la narración, etc.. que esa relación quede en nuestro subconsiciente y que, por tanto, el objetivo del publicista se haya conseguido.

Pero todavía es más grave el uso de valores negativos, la apelación a insitintos muy básicos, el mal gusto, el machismo, el racismo, la repetición de estereotipos, el menosprecio a determinado tipo de personas... Todo esto está en la publicidad.

El trabajo que quiero que hagáis es que busquéis un anuncio de televisión que tenga un contenido y una imagen que permita observar algunas de las características que he mencionado: que relacione ciertos valores con un determinado producto, que lo haga con valores positivos o, de modo menos evidente, con valroes negativos pero que resultan atractivos.

Cada vez que la moral o la ética son tema de debate, la influencia que los medios masivos de comunicación ejercen en esos ámbitos aparece a menudo en tela de juicio. La notable preponderancia que los mass media, en especial la TV, tienen en las sociedades modernas, ha valido como motivo suficiente para que incluso desde los sectores más dispares se coincidiera en señalar a los medios como el principal causante del problema en cuestión.